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Berberina 30 cápsulas

La berberina es un alcaloide vegetal con sabor amargo y color amarillo intenso, que está presente en la corteza, raíces y tallos de las plantas pertenecientes al género Berberis, como el agracejo (Berberis vulgaris L.). Es un alcaloide benzo-isoquinoleínico cuaternario contenido en las raíces, tallo y corteza de una planta llamada comúnmente «agracejo».

El agracejo es una planta de la familia Berberidaceae y está muy extendida tanto en Asia como en Europa. Existen varias especies de esta planta, de las cuales, Berberis aristata L. es la más utilizada en la medicina tradicional oriental. La berberina es el compuesto principal y el que presenta mayor actividad en el organismo humano en varios frentes distintos, pero la planta también contiene otras sustancias importantes como vitamina C (ácido ascórbico), vitamina K, flavonoides, flavonoles y cumarinas.

Es un grupo de potentes sustancias bioactivas con alto potencial terapéutico. De hecho, hay numerosos estudios, más de 500, que demuestran las propiedades de la berberina, lo que hace que esta sustancia sea una de las moléculas naturales más estudiadas hasta la fecha. Ha sido utilizada durante siglos en la medicina tradicional china y en la medicina ayurvédica, y recientemente ha despertado un creciente interés en la rama de la medicina «moderna» occidental, debido a sus numerosas actividades biológicas características: antioxidante, antidiabética (una actividad que está logrando una gran visibilidad e interés por parte del mundo científico), antidiarreica-antimicrobiana, protectora cardiovascular, neuroprotectora, antiobesidad y hepatoprotectora. Hoy en día, la atención de la investigación se dirige a los beneficios de la berberina sobre la diabetes tipo 2 y su capacidad de protección cardiovascular gracias a su propiedad reductora del colesterol.

La fama de este alcaloide ha emergido precisamente por su correlación entre su acción y la de la metformina, el antidiabético oral más utilizado para tratar la diabetes tipo 2. Estas interesantes investigaciones llevadas a cabo sobre la berberina, han revelado que este principio activo natural tiene una acción hipoglucemiante comparable a la de la metformina, ya que ambas reducen el nivel de azúcar en sangre y evitan las hiperglucemias características de la diabetes tipo 2, y promueven el mejor uso de los azúcares. Los estudios demuestran que puede disminuir el nivel del glucosa en sangre de varias maneras. Los investigadores han destacado su acción sobre una enzima que desempeña un papel fundamental en la homeostasis de la energía celular, una enzima clave involucrada en el metabolismo de la glucosa (¡y en muchos otros metabolismos!): la AMPK. Al permitir una activación de este poderoso «conductor» enzimático, la berberina aumenta la sensibilidad a la insulina y favorece la absorción y uso de la glucosa en el cuerpo. Según algunos estudios, también permitiría la regulación de la gluconeogénesis, un mecanismos que conduce a la síntesis de glucosa a nivel del hígado. Como resultado, las diferentes acciones de la berberina permiten reducir la glucosa en sangre y, por lo tanto, contrarrestar las hiperglucemias características de la diabetes tipo 2. El efecto final de la estimulación de la AMPK es la reducción de la glucosa en sangre y el aumento de la sensibilidad a la insulina.

Es un compuesto verdaderamente fascinante que también está muy estudiado en el campo cardiovascular. En particular, en lo que respecta a su papel en el metabolismo de los lípidos, muchos estudios han destacado su poder para reducir el colesterol mediante diversos mecanismos. La berberina parece reducir la expresión del PCSK9 y la degradación de los receptores LDL-C al estimular la absorción del colesterol en sangre por parte del hígado para promover la eliminación del colesterol de la sangre hacia la bilis. También actúa directamente sobre la expresión del receptor de LDL y provoca la regulación al alza de estos receptores al estabilizar su ARNm mediante la activación de señales extracelulares reguladas por quinasas. Además, la berberina reduce la absorción intestinal del colesterol al aumentar la excreción fecal y promover el recambio del propio colesterol y la formación de ácidos biliares. Y, finalmente, la berberina puede reducir la síntesis de triglicéridos.

Las investigaciones han concluido que la berberina puede tener efectos especiales en el control de la hiperlipidemia. Lan et al. (2015) realizaron un importante metaanálisis incluyendo 27 estudios clínicos con 2569 participantes. De acuerdo con los resultados de este metaanálisis, la berberina es capaz de reducir el TG, TC, LDL-C y los niveles de LDL-C y aumentar el contenido de HDL-C. Por lo tanto, la berberina podría utilizarse como nutracéutico para el control de los lípidos y del colesterol.

La berberina también posee una acción antioxidante natural contra el estrés oxidativo, caracterizado por una acumulación de especies reactivas dentro del organismos, y que son el origen de numerosos daños celulares. En este sentido, también está implicada en el contraste del envejecimiento celular, donde el uso de la berberina ha encontrado un nicho adicional.

Conocida desde hace milenios gracias a la medicina tradicional, no podemos olvidar su acción antiinfecciosa. Las berberidáceas son muy apreciadas en Asia por sus virtudes antiinfecciosas que pueden contrarrestar el desarrollo de varios agentes infecciosos. Para destacar algunas, tiene propiedades antidiarreicas por su acción antibacteriana contra estafilococos, estreptococos y salmonelas. También parece actuar contra otros parásitos con una acción antiamébica y antiprotozoaria.

Contenido neto: 24 g

Almacenamiento: almacenar en un lugar fresco y seco.

Advertencias: no superar la dosis diaria recomendada. Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustitutivos de una dieta variada. Una dieta variada, equilibrada y un estilo de vida saludable son importantes. Mantener fuera del alcance de los niños más pequeños. No debe ser consumido por mujeres embarazadas, niños, ni durante periodos prolongados de tiempo sin control médico. Conservar en un lugar fresco y seco. Evitar la exposición a fuentes de calor y de la luz solar.