YAMAMOTO RESEARCH
Melograno 30 cápsulas

En la actualidad, la investigación científica ha sacado a la luz las increíbles cualidades beneficiosas para el organismo de las muchas sustancias que se encuentran en la granada, esta fruta en particular contiene numerosos compuestos químicos de alto valor biológico en todas sus partes, desde la piel hasta las semillas que contiene («sus granos»). El producto más importante derivado de la granada es el zumo, el más rico en concentrados bioactivos y el más estudiado, con numerosas investigaciones recientes en la literatura científica internacional. La piel y las membranas fibrosas también son una fuente muy importante de compuestos bioactivos: flavonoides, elagitaninos, proantocianidinas y minerales entre los que se incluyen el potasio, nitrógeno, calcio, fósforo, magnesio y sodio. Por consiguiente, observamos que tanto el zumo de la granada como los productos nutracéuticos y los condimentos alimenticios elaborados con extractos de la piel y membranas de esta fruta son una fuente confirmada de sustancias beneficiosas para la salud en varios sentidos. En la antigüedad, también se usaba la corteza para aprovechar sus propiedades astringentes y desinfectantes (considerada como el «vermífugo» más efectivo que existe en la naturaleza), tónicas y antihemorrágicas. Hoy en día, gracias a la investigación científica, en su lugar usamos su zumo para proteger el corazón y los vasos sanguíneos contra la aparición de la arteriosclerosis y los daños causados por enfermedades como el colesterol o la diabetes; y para contrarrestar el envejecimiento prematuro de las células causado por el estrés oxidativo. Además, recientemente se está empleando también en el campo de la sexualidad y la infertilidad masculina.

Este fruto se presenta por tanto como un auténtico conjunto de sustancias beneficiosas para la salud, que se caracteriza principalmente por una concentración muy alta de sustancias antioxidantes útiles para proteger el cuerpo humano de los radicales libres y retrasar el proceso de envejecimiento celular. Dichas sustancias pertenecen al grupo de los compuestos fenólicos, que incluyen antocianinas (que aportan el color rojo característico de los granos), los taninos (a los que pertenecen los elagitaninos, a partir de los cuales se producen el ácido gálico y la punicalagina) y los fenoles (entre los que se incluyen el ácido gálico, el ácido cafeico y las catequinas). Una auténtica concentración de muchas sustancias con un valioso potencial beneficioso entre las cuales, según nos muestran las investigaciones, parece que los componentes con el mayor potencial terapéutico de la granada son el ácido elágico, los elagitaninos, el ácido púnico, los flavónidos, las antocianinas y los flavonoides, donde las principales propiedades «protectoras» se atribuyen al componente fenólico, lo que favorece el fortalecimiento de la barrera de la mucosa gástrica y la correcta funcionalidad del sistema cardiovascular.

El zumo de la granada, obtenido a partir del prensado mecánico de los granos contenidos en la fruta, es asimismo una fuente de vitaminas A, B y C y de taninos con propiedades antioxidantes, astringentes, tónicas y refrescantes, capaces de frenar el proceso oxidativo que es el origen de la arteriosclerosis. Así demuestra contener una poderosa mezcla de «secuestradores» que combaten los radicales libres a los que la vida moderna nos expone, producidos por un estilo de vida incorrecto, la exposición a los rayos UVA y UVB, la contaminación atmosférica, las sustancias tóxicas que inhalamos o ingerimos con una nutrición cada vez más «refinada» y baja en nutrientes como vitaminas y minerales, pero rica en «aditivos» químicos, la contaminación del agua, las infecciones, la fatiga psicofísica excesiva y, en suma, todas las situaciones que debilitan el cuerpo y lo hacen envejecer prematuramente. Todos estos factores causan el «estrés oxidativo» del que habla todo el mundo y el consiguiente aumento en nuestro cuerpo de moléculas reactivas, llamadas radicales libres.

Fisiológicamente, en condiciones saludables, los radicales libres son desactivados por sustancias antioxidantes, pero pueden volverse dañinos si se encuentran en exceso, ya que dañan todos los componentes de las células, incluidas las proteínas, los lípidos y el ADN. El aumento de estos ataques produce códigos erróneos en los genomas. La repetición de estos errores causa apoptosis o muerte celular, lo que afecta al envejecimiento de los tejidos de la piel (arrugas, pérdida de elasticidad, manchas en la piel), de los ojos (cataratas, degeneración macular) y del cerebro (Alzheimer, degeneración cerebral), pero también puede producir artritis y una mayor tendencia a la atrofia muscular.

Pero el área más «crítica» donde las sustancias bioactivas contenidas en la granada tienen un mayor impacto es en la prevención cardiovascular. La degeneración de los tejidos que forman los vasos sanguíneos puede dar lugar a la arteriosclerosis, un endurecimiento de los tejidos, o esclerosis, de la pared arterial que aparece a medida que avanza la edad como consecuencia de la acumulación de tejido conectivo fibroso en detrimento del componente elástico. Su acción en cuestiones de estimulación del óxido nítrico encuentra una gran ayuda en el nivel vascular (vasodilatador) también en este caso. Una forma particular de este trastorno es la aterosclerosis, caracterizada por una inflamación crónica de las arterias de grado medio y alto que se produce debido a factores de riesgo cardiovascular como fumar, la hipercolesterolemia, la diabetes, la hipertensión o la obesidad. En este caso, la investigación en el campo cardiovascular ha demostrado que enriquecer una dieta con polifenoles derivados de la granada puede ayudar a prevenir y retrasar las disfunciones endoteliales, que se encuentran entre los primeros signos de la aterosclerosis y los ictus. Un estudio reciente ha demostrado que la granada puede prevenir e incluso curar la principal causa de muerte por motivos cardíacos, es decir, el ensanchamiento progresivo de las arterias coronarias debido a la acumulación de depósitos de grasa. La arteriosclerosis principalmente la causa la hipertensión, el estrés oxidativo y el colesterol alto, tres desequilibrios que la granada combate directamente. De hecho, un estudio reciente reveló que el zumo de granada consiguió reducir la arteriosclerosis en un 25 % de los pacientes que participaron en el experimento.

Además, el zumo de granada puede tener una influencia positiva para mantener los niveles de colesterol bajo control, pero también los de azúcar en la sangre, gracias a la presencia de fenoles que inhiben la enzima alfa-amilasa. En este sentido, el ácido elágico y el ácido gálico, dos principios activos que tienen propiedades antiinflamatorias, vasoprotectoras y gastroprotectoras, ralentizan la digestión del almidón contenido en alimentos como el pan, la pasta o las patatas y su consiguiente liberación en la sangre. Sus propiedades astringentes ayudan a contrarrestar la diarrea (las personas que sufren de estreñimiento no deben abusar del zumo de granada), y su eficacia para combatir los parásitos intestinales es bien conocida. Recientemente, el interés de la investigación también se ha extendido a la esfera íntima masculina, ya que el zumo de granada puede ayudar a mejorar el rendimiento sexual y la fertilidad. La investigación de CP Forest confirmó su potencial de aplicación como un campo de acción terapéutico al publicar en 2007 en la revista científica «International Journal of Impotence Research» que el zumo de granada mejora las erecciones en hombres con disfunción eréctil, lo que Parece deberse, en parte, al ya mencionado efecto del zumo de granada sobre el óxido nítrico, que permite que los músculos lisos de las paredes de los vasos sanguíneos (como en el pene en este caso) se relajen, se ensanchen y aumenten el flujo sanguíneo. Además, los estudios en el campo de la fertilidad masculina siempre han demostrado que el zumo de granada también mejora la calidad del esperma, lo que da pie oficialmente a su uso con otras acciones terapéuticas además del discurso puramente antioxidante, antibacteriano y cardiovascular.

Cómo utilizar: tomar 1 cápsula al día con agua.

Contenido neto: 15 g

Advertencias: no superar la dosis diaria recomendada. Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustitutivos de una dieta variada. Una dieta variada, equilibrada y un estilo de vida saludable son importantes. Mantener fuera del alcance de los niños más pequeños. Conservar en un lugar fresco y seco. Evitar la exposición a fuentes de calor y de la luz solar.