Yamamoto® Research Zinco 10mg. Este mineral participa en una gran cantidad de procesos enzimáticos y tiene un papel importante en el crecimiento, el desarrollo y la función neurológica, así como un gran impacto en la respuesta inmunitaria.
La importancia del zinc se subestima a menudo. No es casualidad que más del 80 % de la población presente carencias de este valioso oligoelemento. El zinc está presente en el cuerpo humano a un nivel de aproximadamente 2 gramos y se concentra en músculos, huesos, próstata, ojos y piel, pero también se puede acumular en el bazo, donde no está disponible con la misma facilidad en caso de producirse deficiencias. Cada día se pierde alrededor del 1 % del zinc presente en el organismo, principalmente a través del intestino y, en un grado mucho menor, a través de la orina y el sudor. Este mineral participa en una gran cantidad de procesos enzimáticos y tiene un papel importante en el crecimiento, el desarrollo y la función neurológica, así como un gran impacto en la respuesta inmunitaria. Más de 300 enzimas dependen de la presencia de este elemento, entre las cuales hay algunas que participan en la síntesis de ADN y ARN, otras que regulan los procesos de crecimiento y desarrollo y también varias que regulan la función inmunitaria o están involucradas en las funciones digestivas y metabólicas. Por ejemplo, una enzima muy importante que contiene zinc es la anhidrasa carbónica, que permite que el cuerpo recolecte el dióxido de carbono producido en los tejidos para posteriormente eliminarlo a través de los pulmones. Su función es fundamental simplemente en vista de la cantidad de actividades en las que participa. El zinc también desempeña un papel importante en la integridad de las proteínas estructurales y las membranas, que, ante una deficiencia de este elemento, se ven expuestas a un mayor riesgo de daño oxidativo y, por lo tanto, a una reducción de su funcionalidad. Su función estructural está relacionada con su participación en la constitución de colagenasas, enzimas responsables de la formación de colágeno y también de su eliminación al dañarse. Las proteínas que contienen zinc también participan en la regulación de los procesos de transcripción del genoma y de señalización celular e influyen en la liberación de hormonas y, en consecuencia, afectan positivamente a la actividad insulínica. La cantidad de actividades en las que se solicita su presencia es, sin duda, de gran importancia, pero no existen indicadores biológicos eficaces para evaluar el estado nutricional relacionado con el zinc. En general, se evalúa la concentración en plasma o suero, pero estos valores son relativamente poco importantes porque no son sensibles a fuertes variaciones, tanto durante el día como debido a inflamaciones, por lo que los síntomas de una deficiencia marginal de zinc son muy poco evidentes y a menudo se pasan por alto. En los niños que viven en países en vías de desarrollo, por ejemplo, se observa un retraso grave en el crecimiento y una mayor susceptibilidad a las infecciones. Otros efectos probados debidos a la deficiencia definida como «marginal» son la alteración o pérdida del sentido del gusto y el retraso en los procesos de cicatrización.
Las personas con mayor riesgo de deficiencia de zinc son:
Bebés, especialmente prematuros, niños y adolescentes.
Personas con desnutrición o anorexia nerviosa.
Personas con diabetes de tipo I o II o enfermedades que aumenten la excreción urinaria de zinc.
Personas con diarrea crónica o enfermedades intestinales caracterizadas por inflamación o malabsorción, como la enfermedad de Crohn o la enfermedad celíaca.
Personas que sufren alcoholismo, especialmente si padecen cirrosis hepática.
Atletas sujetos a un intenso trabajo de resistencia con alta sudoración.
Personas en terapia farmacológica con tetraciclinas, quinolonas, bifosfonatos, quelantes, anticonvulsivos y diuréticos.
Personas que toman suplementos de hierro y calcio, ya que estos pueden reducir significativamente la absorción de zinc.
Veganos estrictos con alto consumo de cereales y legumbres: el contenido de fitatos de estos alimentos reduce drásticamente la absorción del zinc. Se estima que el contenido de zinc de estas dietas debería incrementarse en un 50 % respecto a las dietas omnívoras.
La susceptibilidad a un mayor ataque de infecciones también está vinculada a un aporte correcto de zinc, ya que se trata de un elemento esencial para garantizar la función inmunitaria, tanto para el desarrollo de los tipos de células responsables de la respuesta innata (neutrófilos, macrófagos, etc.) como para el desarrollo de los tipos de células responsables de la respuesta adaptativa (linfocitos B y linfocitos T). El zinc es necesario para la producción de timulina, una hormona secretada por el timo e imprescindible para la maduración de los linfocitos T. La deficiencia de este elemento predispone el organismo a padecer diversas enfermedades infecciosas.
El uso de suplementos de zinc en el tratamiento de resfriados está muy generalizado. Se han realizado varios estudios al respecto, pero lo que al principio parecía ser información contradictoria se ha comprobado científicamente en estudios adicionales, ya que el zinc es capaz de bloquear la reproducción vírica de los rinovirus (la causa del 50 % de los resfriados) en la mucosa nasal. En otras palabras, el zinc interfiere en la multiplicación de los virus del resfriado y evita su proliferación dentro de la nariz, contrarrestando así el desarrollo del propio resfriado. Por tanto, si se toma cuando aparecen los primeros síntomas, es fácil reducir el tiempo de convalescencia y la sintomatología.
La investigación también ha demostrado que las reservas adecuadas de zinc se asocian positivamente con los niveles séricos de testosterona y contribuyen a la buena salud de los espermatozoos. Una deficiencia de zinc puede causar una reducción de la síntesis de testosterona en los hombres. Varios estudios han demostrado que los suplementos de zinc pueden aumentar los niveles séricos de hormonas, especialmente en personas con concentraciones iniciales bajas (en condiciones normales no se observan mejoras análogas). Sin embargo, la administración de zinc puede conservar el nivel de testosterona después de una actividad física intensa, sobre todo aeróbica, donde a menudo se reducen sus niveles.
Con respecto a las mujeres, las investigaciones indican que las mujeres con SOP (síndrome del ovario poliquístico) tienen niveles bajos de zinc, así como de otros minerales, incluido el magnesio. No está claro si se debe a una ingesta o absorción inadecuada, a un aumento de la excreción de zinc o a una mayor necesidad de zinc por parte del organismo. Sin embargo, en comparación con otras mujeres, las afectadas por SOP han demostrado tener un aporte alimentario similar en lo que respecta al zinc, por lo que es probable que esta no sea la razón por la que las mujeres con SOP presentan niveles bajos de este elemento. Muchos estudios están comenzando a considerar los beneficios del zinc para ayudar a mejorar muchos de los síntomas dermatológicos en mujeres con SOP. No es casualidad que el zinc se añada a menudo a la dieta de las mujeres con SOP, ya que aparentemente reduce la gravedad del acné. Para las mujeres que también sufren síntomas relacionados con el síndrome premenstrual, como hinchazón, calambres, dolores de cabeza y aumento de la ansiedad, el zinc puede ayudar a aliviarlos. Un papel importante del zinc en las mujeres es la regulación del ciclo menstrual. Los niveles séricos de zinc durante la fase lútea (aproximadamente 2 semanas antes de la regla) son significativamente más bajos que en la fase folicular. Se ha demostrado que los niveles de zinc son más bajos en mujeres con síndrome premenstrual. El bajo nivel de zinc también está relacionado con trastornos del estado de ánimo.
Los suplementos de zinc están disponibles en varias formas con una capacidad de absorción no siempre óptima. Nuestro suplemento de zinc se encuentra en forma quelada como picolinato de zinc, la mejor opción de absorción para nuestro organismo y, por tanto, la más biodisponible.
Nuestro suplemento de ZINC se basa en una formulación que contiene zinc del tipo "picolinato", especialmente biodisponible para el organismo.
El zinc es un mineral esencial que actúa como catalizador en muchas reacciones enzimáticas del organismo y participa en la síntesis del ADN, la función inmunitaria, la síntesis de proteínas y la división celular. También es un valioso elemento esencial para el correcto sentido del gusto y del olfato, en los procesos de desintoxicación y en la curación de heridas. Desempeña un papel muy importante no sólo como antioxidante, protegiendo las membranas celulares del daño oxidativo, sino también apoyando a nuestro sistema inmunitario en la protección contra virus, bacterias y hongos. Este valioso mineral también interviene en la producción de hormonas, como las tiroideas (donde una deficiencia de zinc impide la conversión de T4 en T3), y también participa en la síntesis de las hormonas sexuales masculinas, como la testosterona, así como la insulina y la timulina.
Ayuda a mantener la piel, el cabello y las uñas sanos. También es de gran importancia para el desarrollo y el crecimiento saludables de los niños, y promueve un funcionamiento más eficiente del sistema inmunitario al combatir las infecciones bacterianas y víricas.
Los mecanismos por los que el zinc ejerce fisiológicamente un efecto antidiarreico no se conocen del todo, pero parece que la terapia con zinc es útil en el tratamiento de la diarrea aguda o persistente, y esto lo confirman muchos ensayos clínicos controlados aleatorizados que muestran una reducción de la duración y la frecuencia de la diarrea.
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Cómo utilizar: tomar 1 cápsula al día con agua.
Contenido neto: 7,6 g
Almacenamiento:almacenar en un lugar fresco y seco. Manténgalo alejado de la luz solar directa y protéjalo del calor.
Advertencias:no superar la dosis diaria recomendada. Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustitutivos de una dieta variada. Una dieta variada, equilibrada y un estilo de vida saludable son importantes. Mantener fuera del alcance de los niños más pequeños. Producto para adultos. Conservar en un lugar fresco y seco. Evitar la exposición a fuentes de calor y de la luz solar.
30 cápsulas
Información nutricional
Por dosis diaria (1 cápsula)
%AR*
Cinc
10 mg
100
*IR: Ingestas de Referencia
Ingredientes: agentes de carga: celulosa, fosfato dicálcico; picolinato de zinc, cápsula vegetal (agente de recubrimiento: hidroxipropilmetilcelulosa), agentes antiaglomerantes: dióxido de silicio, sales de magnesio de ácidos gras.
Advertencia: consulte con su médico antes de usar este producto si padece algún tipo de patología. Este producto no tiene por objeto diagnosticar, tratar, curar ni prevenir ninguna enfermedad. Este producto no tiene por objeto remplazar una dieta variada y equilibrada. Mantener fuera del alance de los niños.
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